MENSAJE DEL PRESIDENTE
INVERSION SUSTENTABLE
La inversión sustentable se define como “un modelo de inversión que reconoce que los factores económicos, ambientales y sociales repercuten por igual en el valor de un negocio”.
Previamente el enfoque de negocios se basaba en evitar ciertas inversiones de baja rentabilidad, pero en la actualidad las personas se interesan más en invertir en empresas que estén generando soluciones a retos ambientales y sociales.
Para la implementación de medidas de control a los impactos ambientales generados, es necesario tener en cuenta los costos totales, para finalmente evaluar el mejor sistema que genere beneficios, tanto ambientales, como económicos, en este caso para la empresa.
La valoración de los costos ambientales, generalmente, representa grandes dificultades para las unidades contables de las empresas, ya que la mayoría de los impactos son intangibles y con consecuencias a largo plazo y, además, carecen de una definición clara y estándar porque dependen de múltiples factores que contemplan costos internos y externos.
Existen dos tipos de inversiones ambientales: las de tipo obligatorio y las inversiones ambientales de carácter social; las primeras para efectos de controlar, mitigar, compensar o corregir los impactos ambientales generados en los sistemas productivos, buscando siempre evitar gastos innecesarios y basadas en el cumplimiento de la normatividad ambiental que, a veces, se relaciona con otros campos como el de salud, seguridad industrial y energía. Es aquí donde se hace necesario crear conciencia entre las directivas de las empresas que es más beneficioso, desde todo punto de vista, invertir en sus procesos con el fin de evitar pagar cuantiosas sumas por multas debidas a las cargas contaminantes generadas en sus procesos o exponerse a cierres definitivos por parte de las autoridades ambientales, situación que a ningún sistema productivo le gustaría debido a las pérdidas económicas que esto representaría. Lo que se busca, entonces, es no aplicar el concepto de “Soluciones a final del tubo”, sino invertir en la prevención de la generación de los impactos.
En cuanto a las inversiones ambientales de carácter social forman parte de lo que hoy en día se conoce como Responsabilidad Social Empresarial, las cuales se hacen, en parte, para crear una buena imagen de la empresa ante la sociedad ya que son sus directos consumidores y de alguna forma para retribuirle al medio ambiente los bienes y servicios que durante años ha producido.
Este tipo de inversiones llevan implícito la necesidad de las empresas de mantener una buena imagen entre sus consumidores, tanto en la población local como en los inversionistas extranjeros y no representan ningún riesgo para la sostenibilidad ambiental, por el contrario, contribuyen al cumplimiento de los lineamientos del desarrollo sostenible ya que, al suplir muchas necesidades como educación, empleo y pobreza se refleja directamente en las acciones diarias del hombre en cuanto a la extracción de los recursos naturales ejerciendo menor presión ya que tiene mejor calidad de vida.
La sostenibilidad ambiental se dará, entonces, sí y solo si se alcanza el equilibrio entre tres factores: Economía – Las sociedades – La conservación y protección ambiental.
El CNP+LH impulsa la adopción de estrategias de Eficiencia de Recursos, como la Producción más Limpia y los sistemas de Gestión Ambiental mecanismos adecuados para invertir obteniendo beneficios ambientales, económicos y muchas veces sociales.
YUSUF AMDANI
Presidente de la Junta Directiva del CNP+LH