ODS 6: Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos

Actualmente, más de un tercio de la población mundial – aproximadamente 2 400 millones de personas vive en países con escasez de agua y para el año 2025 se espera que el número crezca a dos tercios de la población mundial.  Además, la contaminación del agua va en aumento, consecuencia directa de las aguas residuales industriales descargadas sin tratamiento y de la inadecuada eliminación de los desechos humanos. Adicionalmente el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos con más frecuencia, tales como sequías e inundaciones.

Todo lo anterior dificulta el acceso a agua limpia y a un saneamiento adecuado, causando grandes impactos en términos humanitarios, sociales, ambientales y económicos. El Objetivo 6 pretende lograr un acceso universal y equitativo al agua potable y a servicios de saneamiento e higiene adecuados, así como mejorar la calidad del agua a nivel global.

El Gobierno de Honduras está comprometido con la implementación de la Agenda 2030 y ha establecido un proceso para facilitar la participación de instituciones gubernamentales, gabinetes sectoriales, agencias de cooperación, sector privado, gobierno local y otros actores para implementar el ODS 6. El enfoque ha sido multidimensional y participativo, involucrando a todos los posibles interesados. El proceso está liderado por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente+), la Secretaría de Coordinación General de Gobierno (SCGG) y el Consejo Nacional de Agua Potable y Saneamiento (CONASA), con el apoyo de Global Water Partnership (GWP) Centroamérica.

Las empresas pueden contribuir de diferentes maneras al Objetivo 6. Hay determinadas empresas cuyo núcleo de negocio está más directamente ligado a este objetivo, como las de los sectores que utilizan químicos o las del sector de alimentación y bebidas. No obstante, todas las empresas, independientemente de su sector, deberían tomar medidas para contribuir a este ODS.

En este sentido, el CNP+LH invita a las empresas a revisar sus procesos para asegurar que tanto a nivel interno y externo se logra que:

• Los trabajadores tienen acceso a agua potable y a espacios apropiados para la higiene personal en las instalaciones.
• Realice una gestión sostenible del agua en las operaciones de la empresa, con una política estricta de consumo y reutilización del agua.
• Los procesos de formación y concienciación de los empleados y de los distintos departamentos apoyan la aplicación de una gestión sostenible del agua.
• Sus proveedores apliquen una gestión sostenible del agua y utilizan químicos sostenibles y no peligrosos en los procesos de fabricación y creación de productos y servicios.
• Se reduzca el impacto ambiental en las operaciones de la empresa y el uso de materiales y productos químicos peligrosos, para evitar contaminar los ecosistemas relacionados con el agua (bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos).
• Se integra la gestión del agua como una cuestión clave dentro de la estrategia de negocio.
• Se diseñen y utilicen productos y servicios que encuentran soluciones al acceso al agua y al saneamiento.
• Se integran en la empresa Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, para asegurar que las operaciones de la empresa no impactan sobre el derecho humano al agua y saneamiento de los grupos de interés, por ejemplo, provocando la contaminación de un rio que afecte a una comunidad local próxima a él.
• Se invierta en tecnologías que mejoren la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce, los servicios de saneamiento e higiene o la calidad del agua.
• Se compartan buenas prácticas relacionadas con la gestión sostenible del agua en intercambio de experiencias.
• Se participe en alianzas público-privadas con ONG, universidades, sector público y otras empresas para realizar proyectos que contribuyan a un mayor acceso al agua y saneamiento de la población.

Bruce Burdett

Presidente de la Junta Directiva del CNP+LH.